En la capital del país se vivió uno de esos encuentros donde las instituciones se miran de frente para medir su capacidad real de coordinarse. El fiscal de Morelos, Fernando Blumenkron Escobar, participó en la LIII Asamblea Plenaria 2025 de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, una reunión que cobró especial relevancia por ser la primera encabezada por la nueva fiscal general de la República, Ernestina Godoy Ramos.
El cambio en la FGR no solo es un ajuste administrativo; para muchos fiscales estatales marca el inicio de una etapa en la que la coordinación podría ser más estrecha y estratégica. Blumenkron lo dejó claro al salir del encuentro: la colaboración entre fiscalías es indispensable para enfrentar los retos diarios, desde delitos de alto impacto hasta la violencia que se vive en comunidades específicas como las morelenses.
La asamblea no se quedó en discursos. Se revisaron temas técnicos que, aunque suenen lejanos al ciudadano común, son claves para que el sistema funcione: desde el Sistema Informático Nacional Interoperable hasta el avance en las reformas legales vinculadas al Consejo Nacional de Seguridad Pública, además del Sistema Estadístico Nacional de Procuración de Justicia. En pocas palabras, decisiones que ayudan a que las instituciones hablen el mismo idioma y no trabajen aisladas.
Uno de los momentos más relevantes fue la intervención de Citlalli Hernández Mora, secretaria de las Mujeres del Gobierno de México, quien puso el foco donde más duele: los delitos contra las mujeres. Recordó que la violencia de género es uno de los problemas que más lastima al país y que ninguna fiscalía puede combatirla sola; se necesita coordinación real, intercambio de información y esfuerzos conjuntos.
Al cierre, Blumenkron Escobar reiteró que la Fiscalía de Morelos seguirá colaborando con los distintos órdenes de gobierno. La meta es simple, aunque no fácil: mejorar la procuración de justicia para la entidad y contribuir a un sistema nacional más sólido. Porque al final, más allá de los protocolos y las mesas de trabajo, lo que está en juego es la vida diaria de millones de personas que esperan instituciones que sí respondan.
